La primera vez que conocí a Hollande fue en un almuerzo informal en un restaurante cercano a la Maison de la Radio, en París», decía Julie Gayet ante la cámara. «Encontré a un hombre humilde y formidable que me convenció para estar hoy aquí», sentenciaba. Se mostraba cercana y dulce al pronunciar estas palabras en 2012, en plena campaña del socialista François Hollande hacia la presidencia.
Nadie sospechaba entonces que un año y medio más tarde, actriz y presidente protagonizarían uno de los enredos más sonados de los últimos tiempos. A principios de 2013, no se hablaba de ellos en las calles, pero sí en los círculos cercanos a la política y en algunos medios. La actriz cogió entonces la sartén por el mango y puso una denuncia cautelar para evitar que surgieran más rumores y negó la mayor. Rechazó de plano una relación que, por esos giros del destino, estos días parece que se oficializa a golpe de traslado de muebles desde la casa de Gayet al Palacio del Elíseo.
No ha habido anuncio de que la actriz se esté mudando, pero según la revista 'VSD', ella y el presidente quieren dar «un paso más» en su relación y Gayet ya pasa prácticamente todas las noches en palacio, donde además ha traslado algunos muebles «bajo la supervisión de tres escoltas que garantizan su seguridad». Todo ello, naturalmente, con la discreción con la que han pretendido llevar una relación que nació y se ha ido desarrollando, ante los ojos de la opinión pública, a golpe de escándalo.